SINOPSIS ARGUMENTAL
En este mismo corto un personaje afirmará:
– Podés contar millones de historias en un minuto.
De hecho, “Un minuto” es el título de esta narración que, como era de esperarse, se desarrolla en exactamente 60 segundos.
Pero que no nos engañen las apariencias: tal vez, la verdadera historia sea otra.
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GALERÍA DE FOTOS
FICHA TÉCNICA
Escrito y dirigido por Israel Mirenda.
Interpretado por Carlos Ramiro Pereyra y Pablo Pipolo.
Producido por Israel Mirenda.
Ver Ficha Técnica Completa:
TÍTULO: Un minuto
TÍTULO EN INGLÉS: One minute
GÉNERO: Drama
DURACIÓN: 1 minuto exacto
DIRECCIÓN: Israel Mirenda
REPARTO: Carlos Ramiro Pereyra – Pablo Pipolo
GUION: Israel Mirenda
PRODUCCIÓN: Israel Mirenda
FOTOGRAFÍA: Israel Mirenda
SONIDO: Ishaia Mirenda
CÁMARA: Israel Mirenda
MONTAJE: Israel Mirenda
POST COLOR: Israel Mirenda
MÚSICA: Cedida por Kevin MacLeod, editada por Israel Mirenda
PÓSTER: Israel Mirenda
AGRADECIMIENTOS: José Ignacio González
IDIOMA: Español
PAÍS: Uruguay
FECHA: Febrero, 2020
PALABRAS DEL DIRECTOR
A comienzos del año 2020, resolví que era absolutamente necesario comenzar una nueva etapa.
Había que «ingresar», de una vez por todas, al mundo del cine. Hacer algo.
«Vamos a romper el hielo» fue la frase que utilicé repetidas veces, especialmente con los actores involucrados, asumiendo que ese pequeño corto significaría un inicio.
Todo ocurrió de manera muy vertiginosa.
De un momento a otro escribí el guion de la historia, luego hice algunas llamadas para coordinar el rodaje, y en pocas horas las tomas estaban hechas (con la fabulosa ayuda de mi hija, menor de edad, haciendo de microfonista).
Una escena se realizó en el living de la que era mi casa, y la otra en una plaza que quedaba cerca.
Como aún no tenía isla de edición, pedí permiso para hacer el montaje en una oficina de Canal 10, y en cuestión de horas todo estaba resuelto.
El corto «Un minuto» había sido creado.
– Rompimos el hielo – avisé.
Los actores, Carlos Ramiro Pereyra y Pablo Pipolo, parecieron quedar muy conformes con la obra, pero no lográbamos percibir todavía la magnitud del suceso. Bien pudiera haber sido algo que, sencillamente, jamás tendría alguna repercusión.
Ya, luego, como parte del plan, registré el corto en algunos festivales y lo publiqué en YouTube sin mayor espera (de hecho, la versión publicada no es la que tiene la post de color final).
Inmediatamente, comenzaron las devoluciones.
Claramente, el alcance fue mayor de lo esperado.
Algunos artistas uruguayos y argentinos se tomaron la molestia de enviar un mensaje felicitando la obra.
La publicación en YouTube comenzó a verse muchas veces. Miles; decenas de miles.
Los comentarios eran todos favorables.
Me hicieron una nota en televisión.
En Facebook también fueron miles de visualizaciones, y así también en Instagram.
Un mexicano llamado Jareld intentó hacer una copia del corto para presentarlo en un concurso.
Evidentemente, algunos lo habrán recibido como un mero corto sin mayor relevancia, pero ocurrió repetidas veces que algunas personas lo percibieron como una obra que les llegó a impactar.
Dicho y hecho, con este corto se pudo dar inicio a una nueva etapa.
Más allá de la aparente pequeñez del proyecto y del minúsculo presupuesto, lo cierto es que la repercusión recorrió varias dimensiones, anunciando un comienzo prometedor.